La temperatura es uno de los factores cinéticos más usados para modificar la tasa de una reacción química.
Temperaturas enfriantes harán más lenta o detendrán una reacción. Ésta es la función de un refrigerador que previene la rápida transformación (descomposición) de los alimentos.
Contrariamente, temperaturas altas a menudo aceleran la tasa de reacción. Pero debemos tener cuidado: el calentamiento prolongado puede causar la evaporación completa del solvente. Si el matraz es tapado, los gases podrían incrementar la presión peligrosamente.
La animación muestra un calentador típico que puede calentar por reflujo una mezcla de reacción a presión constante (presión atmosférica), sin pérdida de material (los vapores producidos se condensan y regresan a la mezcla).