Locomoción animal

El movimiento es una característica del mundo viviente. Corresponde al desplazamiento en el espacio de un organismo completo (…) o de una de sus partes.

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El movimiento se hace posible gracias a la contracción y extensión de los músculos.

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Los que son controlados por el sistema nervioso.

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En los vertebrados, los músculos del esqueleto se conectan a los huesos por medio de tendones, lo que permite poner en juego las articulaciones.

Este trabajo requiere de un aporte continuo de energía, principalmente en forma de glucosa.

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A las piernas, las alas o las aletas se les llaman miembros. Ellos se encuentran perfectamente adaptados al medio en el que evolucionó el animal.

Al apoyarse en el suelo, el aire o el agua, un miembro genera el empuje que se encuentra al origen de la fuerza de propulsión.

Es así como el casco de un caballo empuja el suelo hacia atrás, lo que impulsa su cuerpo hacia adelante.

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De igual manera, las alas de un ave desplazan aire hacia abajo, provocando una fuerza hacia arriba que mantiene su cuerpo en el aire.

Comprendemos entonces que el desplazamiento ocurre gracias a la resistencia ofrecida por el medio.

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Un movimiento puede ser muy rápido e incluir muchos músculos. Por ello, es interesante descomponerlo en imágenes simples.

Esto es lo que hicieron a fines del siglo XIX, mediante la cronofotografía, Etienne Jules Marey en Francia y Edward Muybridge en los Estados Unidos. Esta técnica, precursora del cine, permite obtener múltiples imágenes por segundo.